Un cardenal que desea acercarse a los jóvenes

El día de hoy tuve la oportunidad de asistir a un encuentro de jóvenes con el cardenal Carlos Aguiar, arzobispo de la Ciudad de México. Este se llevó a cabo después de una misa en la Basílica de Guadalupe presidida por él. Fue una gran experiencia.
Mi plan era llegar temprano a la Glorieta de Peralvillo para peregrinar a la Basílica de Guadalupe, pues hoy salió hacia el santuario de la Virgen de Guadalupe la iglesia particular de nuestra ciudad. Sin embargo, cambió el plan al ir antes a mi parroquia dónde mis amigos con quiénes fui a la Villa estuvieron ocupados atendiendo a la comunidad hasta poco antes de las 9 de la mañana, por lo que no alcanzamos a los peregrinos, sino que llegamos directamente a la Basílica.

Gracias al párroco, ya estábamos preparados y con el ánimo dispuesto, para el encuentro con el Cardenal después de la misa. El evento comenzó con canciones animadas y después estaba programado un tiempo para preguntas, las que estuvieron bien pensadas y expresaron la avidez de los jóvenes por una Iglesia mejor y que responda a los retos del mundo de hoy, que acoja también el liderazgo de los jóvenes y no solo su entusiasmo y sus canciones, y que busque las causas del distanciamiento de algunos jóvenes bautizados que ya no frecuentan la Eucaristía ni los sacramentos.
Me llamó la atención la profundidad de las preguntas, que contrastó con la sencillez de las respuestas que dio el Cardenal Aguiar. Aunque sencillas, cómo he dicho, fueron también completas y certeras.
Fue evidente para mí que la disposición del Cardenal propició un buen encuentro entre los  jóvenes y él. Un diálogo genuino y abierto que apenas comienza y que, con ayuda de Dios, rendirá muchos frutos.